La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo criticó el llamado “feminismo de derecha”, al que calificó de “cuestionable” y desconectado de las demandas reales de las mujeres mexicanas.
“La derecha que supuestamente defiende los derechos de las mujeres… ¿por qué cuando tuvieron el poder nos llamaron lavadoras de dos patas?”, preguntó la presidenta en alusión a un término despectivo contra las mujeres utilizado por el expresidente panista Vicente Fox.
Sheinbaum situó su administración en un marco distinto: uno que busca realidad en educación, seguridad y acceso a derechos para las mujeres, en lugar de una retórica que –en su opinión– ha servido a otros intereses.
Enfatizó la necesidad de políticas concretas y de reconocimiento de la lucha histórica de las mujeres en México, más allá de discursos que se legitiman desde posiciones de poder.
Con ello, el gobierno busca reforzar su posicionamiento en cuanto a la equidad de género y sustituir visiones consideradas superficiales por acciones institucionales más profundas.
